¿Has oído hablar alguna vez de la psicología del color? Los colores nos transmiten sensaciones, cada tono despierta algo diferente en nosotros y, sí, podemos usarlos en la decoración para convertir nuestro hogar en nuestro rincón favorito del mundo, ese que vibra con nuestra esencia.
Ahora estamos a las puertas de un cambio de estación, y ¡qué estación!: la primavera. Una explosión de vida donde el cuerpo nos pide más luz, más frescura y, por supuesto, más color.
Así que, ¿por qué no llevar toda esa energía y vitalidad a cada rincón de nuestro hogar? Desde la apariencia de nuestro dormitorio hasta los complementos del salón, los colores que elijamos pueden influir en nuestro estado de ánimo más de lo que imaginamos.
Y ahora que ya estás en modo primavera, dime… ¿eres de las que lo apuestan todo a un solo tono o prefieres mezclar y combinar?
Hoy hablamos de la decoración monocromática, una tendencia que lleva tiempo en auge y que ofrece infinitas posibilidades.
Si tuvieras que elegir un color para llenar tu hogar, ¿Cuál sería tu ganador?
Puedes apostar por los tonos arena, son colores que aportan calma y pureza, además, amplían nuestros espacios y los llenan de claridad.
Un dormitorio en estos tonos siempre será una opción segura y atemporal. Y lo mejor: es fácil encontrar complementos a juego, como plaids o cojines decorativos.
Un total look rosa es perfecto para personas románticas y creativas. Estos colores son delicados y femeninos, además están muy de moda por lo que, si optas por ellos, no te equivocarás.
Puedes completar tu cama con un juego de sábanas blancas de algodón. El detalle de labor del embozo y de la almohada le dará ese toque coquetón que tanto luce en un ambiente cálido y sofisticado como este.
El verde musgo es fresco y te conecta con la energía de la naturaleza. Te transmitirá optimismo y afianzará tu faceta extrovertida.
Si eres de los que elegirían esta combinación, refuérzala con plantas y elementos naturales de decoración. Tendrás unas estancias armoniosas y con mucha personalidad.
Y por último, el rey de la decoración monocromática: el blanco. Un clásico del que nos gusta todo y del que destacamos su atemporalidad y su versatilidad.
Combina con todos los colores y da sensación de limpieza, orden y relajación. Si decides combinar todos los textiles en blanco puedes jugar con las texturas y las fibras, así la decoración no quedará tan plana.
Ahora solo falta que decidas cuál es el color con el que te sientes más cómoda y, consecuentemente, el que hará que tu hogar transmita todo aquello que necesites sentir.